quarta-feira, 16 de março de 2016

Federico Eguia

Basta con situarse durante unos breves minutos ante una obra de Federico Eguía para comprobar que esta se mueve bajo nuestra mirada, construyéndose una pieza nueva ante cada nuevo espectador: el artista rechaza la pasividad de Ia percepción y propone que obra de arte público receptor se construyan mutuamente. Para ello Federico Eguía envuelve todo su quehacer pictórico de una neblina poética que desarrolla un idioma particular y penetrante que imanta al espectador.
En su obra, de cuidado planteamiento intelectual y pictórico, lleva a cabo un inteligente juego que oscila entre la abstracción más lirica y una geometría poética, en el que la distribución dei espacio, los planos cromáticos y una clara voluntad integradora de materiales e investigaciones estéticas constituyen características fundamentales de su personal y riguroso discurso. Su lenguaje plástico se encuentra lleno de reveladores hallazgos conseguidos a base de transitar por Ia precisión poética y el rigor técnico, estético y compositivo. La obra de Federico Eguía es, por tanto, fundamentalmente reflexiva en ella podemos descubrir la verdad que caracteriza lo autentico y lo meditado, lejano a cualquier retoricismo.
Cada cuadro presente en la exposición que presenta en la galeria Catarsis es una sentencia bien construída. En ellos introduce frecuentemente textos escritos con intención plástica, intelectual, simbólica e incluso irónica, ya que las palabras casi ilegibles, como levemente susurradas ai espectador, acaban configurando una dramática dialéctica en torno a la comunicacion incomunicación. En ese proceso incluso el soporte se abre para mostramos con absoluta naturalidad los materiales escondidos o bien, en determinadas ocasiones, se sobrepasa la bidimensionalidad propia de la pintura para indagar en el objeto tridimensional por medio de piezas de madera superpuestas o incisiones realizadas en el mismo soporte de la obra.
La minuciosa técnica que descubrimos en la obra de Federico Eguía no ahoga el sentimiento que transmite a sus composiciones, sino más bien ayuda a potenciar la fuerza comunicativa de una obra plena, armónica y sabiamente equilibrada. Cada pieza de Federico Eguía supone una condensación de experiência, convirtiendo el soporte de su obra en el receptáculo perfecto de toda la sabiduría que su trayectoria artística le ha proporcionado, demostrando siempre una portentosa capacidad de pensar la pintura.
CARLOS DELGADO

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